Las intervenciones de las diferentes personalidades comenzaron en el patio central de la antigua iglesia. “El magnífico marco elegido para el Museo permite, por una parte, dar vida a los restos de este Monasterio que mandó construir el segundo Duque de Alba y seguramente hacer realidad los anhelos del Padre Belda de garantizar una básica conservación; y por otra, y también con la satisfacción de su mentor, dotar a Alba de Tormes de un espacio de gran nivel que viene a sumarse y a reforzar su oferta cultural y turística, sin olvidar la repercusión que también supondrá para la provincia.”, añadió la primera dama de La Salina. Por otro lado, se comprometió a colaborar con la Dirección Provincial de Educación “para que los jóvenes de la provincia tengan la oportunidad de conocerlo”.
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